Textos "breves como fotos"_23

Mirando fijamente sus ojos, que ahora están sobrecogidos, desabrocha los últimos botones de la camisa y se la quita. Deja caer su falda sobre la moqueta y, señalándolas, muestra las marcas moradas más recientes sobre sus costillas; los viejos cortes y los hematomas emborronados de los muslos; las quemaduras en sus nalgas. El rumor de la sala ya se ha hecho insoportable.

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