Glosario_11


Elipsis
Este término define tradicionalmente una figura retórica consistente en la supresión de algún elemento de la oración gramatical que, aunque fuese necesario para su correcta construcción, puede ser sobrentendido dentro de un contexto determinado. Un desarrollo más complejo y elaborado de este concepto está asociado actualmente a los discursos narrativos cinematográficos o literarios. Estos la emplean muy habitualmente y supone un salto temporal o espacial, insignificante para la comprensión pero necesario, en cambio, para mejorar la percepción de la narración propuesta. Con ella el espectador o el lector no perderán la continuidad secuencial pero se activarán otras sensaciones y experiencias derivadas del ritmo narrativo.
Hasta los últimos años del siglo XX, la elipsis sólo ha sido relacionada con la fotografía de forma muy excepcional y –exclusivamente– cuando ésta ha desarrollado contenidos narrativos mediante series o secuencias temporales de imágenes encadenadas (Duane Michals, Nicholas Nixon, John Baldessari...). Más reciente, pero igualmente rara, es la asociación del término con las imágenes creadas por los fotógrafos de la escenificación melodramática (Tracey Moffatt, Cindy Sherman, Jeff Wall, Gregory Crewdson, Erwin Olaf...) pero, tanto por la contradictoria relación que estas imágenes mantienen con el medio cinematográfico como por la individualidad objetual de cada pieza fotográfica, esta relación es confusa y –quizás– pueda ser mejor comprendida si se acepta como metáfora.
En la actualidad, y cada vez más frecuentemente, las imágenes fotográficas son presentadas por los autores de una forma relacionada para producir un diálogo, desarrollar un guión narrativo o con ambas intenciones a la vez. A menudo observamos dípticos y trípticos, o mosaicos mucho más complejos, impresos y colgados en las salas de exposiciones y, utilizando otros medios, agrupaciones de fotografías mediante la edición de secuencias para ser mostradas en proyecciones audiovisuales o en forma de fotolibros. Estas manifestaciones de la imagen han terminado por asociar la fotografía con este recurso narrativo de una forma más literal, para resolver las discontinuidades espacio-temporales del hilo argumental.
En estos casos se pone de manifiesto una diferencia –para mí– esencial respecto del cine o de la literatura, y ya muy alejada del concepto retórico original. Aquí lo ausente, el tiempo y el espacio eliminados, no puede ser considerado prescindible. Es más, esos vacíos deberán ser obligatoriamente re-llenados por aquellos espectadores interesados en que la narración adquiera un sentido. Una significación determinada que, precisamente por esto, será tan propia y singular como sólo puede llegar a serlo cualquier proyección del yo.

Entradas populares