Biblioteca de instantáneas_01
“No
se trata de estar acechando la mentira como cualquier repórter, y atrapar la
estúpida silueta del personajón que sale del número 10 de Dowing Street, pero
de todas maneras cuando se anda con la cámara hay como el deber de estar
atento, de no perder ese brusco y delicioso rebote de un rayo de sol en una
vieja piedra, o la carrera trenzas al aire de una chiquilla que vuelve con un
pan o una botella de leche. Michel sabía que el fotógrafo opera siempre como
una permutación de su manera personal de ver el mundo por otra que la cámara le
impone insidiosa (ahora pasa una gran nube casi negra), pero no desconfiaba,
sabedor que le bastaba salir sin la Contax para recuperar el tono distraído, la
visión sin encuadre, la luz sin diafragma ni 1/250. Ahora mismo (qué palabra,
ahora, qué estúpida mentira) podía quedarme sentado en el pretil sobre el río,
mirando pasar las pinazas negras y rojas, sin que se me ocurriera pensar
fotográficamente las escenas, nada más que dejándome ir en el dejarse ir de las
cosas, corriendo inmóvil con el tiempo. Y ya no soplaba viento”.
Las
babas del diablo
(fragmento) Julio Cortázar