di_versos

Mi taza de café junto a la tuya,
un libro de poemas en la mesa
y tu sonrisa. Fijas las miradas
una en la otra. Los iris transparentes.
Espejos a la vez.

Atravesé la tarde hasta el fondo
de tu voz. Me abracé con ella -solo
y postrado- bañado en esa luz
que las sombras ocultan al que pasa,
cegando a quien se queda.

Si estuvo el tiempo lento o detenido,
no lo recuerdo. Calma. Noche. Brillos
intermitentes. Luna casi llena.
Ecos de olas. Rumor de manantial.
De eso sí estoy seguro.

 

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