100 palabras y un instante_02

Camino con la sensación de estar siendo arrastrado hacia un interior voraz de vida y muerte en equilibrio, preso del fascinante hechizo que los enigmas lanzan. Como si cada tronco -erguido o yerto- fuese parte de un conjuro; como si todo en la espesura contuviese su aliento para no quebrar los silencios. Me adentro, abrazado por el bosque enorme y vigoroso, como quien entra en algo que aún no ha sucedido -siendo ya pasado- hasta encontrarme un espejismo yacente de madera truncada. Una reliquia enorme que se ofrece como un cuerpo tatuado... y suena el leve disparo de la cámara.

Grazalema 25_01_2014

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