Biblioteca de instantáneas_38

“Un día, a medio camino entre el tocador de mamá y las muñecas, Misia descubrió un cajón en la mesa de la cocina. En aquel cajón había de todo. Todo un mundo.
En primer lugar, allí se guardaban las fotos. En una de ellas estaba su padre, que vestía un uniforme ruso, con un compañero. Estaban abrazados como buenos amigos. Michal llevaba un bigote de oreja a oreja. Al fondo, se veía el caño de una fuente. En otra, se veían las cabezas de papá y mamá. Mamá con un velo blanco y papá con el mismo bigote negro. La foto de mamá con el pelo corto y una cinta ceñida en la frente acabó siendo la preferida de Misia. Mamá parecía una verdadera princesa. También allí había una foto de Misia. Estaba sentada en el banco, frente a la casa, y con el molinillo en las rodillas. Por encima de ella florecían las lilas.
En segundo lugar, también se encontraba allí el objeto más valioso para Misia: la «piedra lunar», tal como ella la llamaba. Su padre la había encontrado un día en el campo y le había dicho que era distinta a todas las piedras normales”.

Un lugar llamado antaño
(fragmento) Olga Tokarczuk

 

Entradas populares